Las luces del auto del Padre alargaron mi sombra hasta la otra esquina. Pienso que si estuviese un poco más cerca mío, la sombra llegaría hasta mi casa
y no tendría que caminar tres cuadras.
Cuando llegue,
pienso,
me voy a comer una naranja muy verde, a la que le falten siglos de maduración para ahogar
con una metáfora
las ganas que me quedé de dejarte en la boca este gusto a pulserita fluorescente y tóxica.
yo también tengo un coso que habla de pulseritas fluorescentes tóxicas
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ResponderEliminarQué intenso!
ResponderEliminarsos muy genial vos che, me encanta, segui asi jaja un beso!
ResponderEliminarmetafísica con golosinas a la hora del té
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