domingo, agosto 7

sin título, o III

Las luces del auto del Padre alargaron mi sombra hasta la otra esquina. Pienso que si estuviese un poco más cerca mío, la sombra llegaría hasta mi casa
y no tendría que caminar tres cuadras.
Cuando llegue,
pienso,
me voy a comer una naranja muy verde, a la que le falten siglos de maduración para ahogar
con una metáfora
las ganas que me quedé de dejarte en la boca este gusto a pulserita fluorescente y tóxica.

5 comentarios: