viernes, septiembre 10

Mira por la ventana; llueve. Las gotas, el agua... Lo empapan, bañan sus penas, enjuagan su alma, indultan sus culpas. Las gotas, el agua... Le recuerdan los tiempos pasados que fueron mejores, los tiempos pasados que creyó no superaría, y los tiempos futuros que desconoce, pero sabe no pueden ser peores. Las gotas, el agua... Lo invitan, lo tientan, lo seducen...
Las gotas, el agua... No lo mojan. No le traen su vida de vuelta. No lo conducen a ningún lado. Pero lo conmueven, son su manifiesta sensibilidad. Sólo cuando llueve ya no es hielo. Sólo cuando llueve es vulnerable. Sólo cuando llueve siente.
Mira por la ventana; dejó de llover. Se vuelve piedra.

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